¿Por qué es la serpiente símbolo de medicina y curación?
En farmacias e instituciones relacionadas con la medicina puede verse el símbolo de la serpiente. ¿Qué la une a la salud? ¿No es, acaso, símbolo de peligro y de posible muerte? Sin embargo, en distintos formatos, donde hay algo relacionado con la salud suele estar ella asomando. En el Instituto Mortaji nos interesa la cultura general y la formación integral en medicina. Por eso, hoy, nos preguntamos sobre un símbolo que está muy relacionado con nuestro arte y ciencia. Descubrir el origen de este símbolo de medicina es profundizar en nuestros orígenes como profesionales de la salud y conocer nuestra historia.
La vara y la serpiente, símbolo de medicina
El símbolo más genuino es el de la vara con la serpiente enrollada en torno a ella, con la cabeza alta. La vara suele tener una pequeña protuberancia, recordando el nudo de la madera. Por un lado, la vara está presente en el mundo de la ancianidad y, también, en el de la magia. Es una referencia a un apoyo, a una ayuda, ya sea para recorrer el mundo ordinario, ya para recurrir a poderes mágicos. Se completa con el significado del aprendiz, del peregrino, es decir, de la persona que busca y aprende.
Por otro lado, la serpiente tuvo mucha importancia para sociedades como la del antiguo Egipto, los griegos y los mayas. En culturas del lejano Oriente se relaciona con la energía de la tierra y de la propia persona (los chakras). En el judeocristianismo quedó como recuerdo del demonio y del pecado, lejos de la imagen salutífera que aquí veremos. Para los anteriores es símbolo del renacimiento y la salud. La serpiente vive dentro de la tierra y conoce sus secretos. Cambia su piel y es como si renaciese. Al dar muerte con su veneno se la considera con poder. Por eso, los antiguos egipcios la elevaron a diosa y realizaron amuletos con los que pretendían escapar de la muerte que traía.
Un caso curioso relacionado con las serpientes
En la investigación del símbolo de medicina hay un caso curioso que vale la pena recensionar. Es el episodio de las serpientes y el pueblo hebreo en su particular éxodo. No es de las escenas veterotestamentarias más conocidas y, sin embargo, juega con las imágenes de la vara y la serpiente. A mayores, vale la pena conocerla porque marca un contraste con el resto de textos donde aparece una sierpe. Mientras que la tónica es una visión maléfica, demoníaca, acá sucede todo lo contrario: se da un caso de perspectiva salutífera.
Sencillamente, el pueblo que atraviesa el desierto blasfema. Dios envía serpientes contra el campamento y hay una rápida petición de perdón y auxilio. Dios les revela que la curación corre de la mano de Moisés y la confección de un curioso estandarte: una serpiente de bronce sobre una vara. Todos cuanto miren la serpiente de metal se sanarán de la picadura mortal.
El actual símbolo de medicina hunde sus raíces en la mitología grecorromana, pero he aquí este curioso caso que parece único en toda la Biblia. Fuera de él, suele la sierpe ser sinónimo de la maldad y la muerte.
La vara de Asclepio
Asclepio y sus representaciones artísticas están en el origen de nuestro símbolo serpentiforme. Parece que fue una persona real a la que se divinizó, idealizando su vida. Las distintas tradiciones sobre su origen difieren en ciertos puntos. Podrían resumirse en que fue, mitológicamente reseñando, hijo de Apolo y Corónide. Muerta esta, el padre divino lo entrega al centauro Quirón. Este le enseña las artes de la curación y el uso de las diversas plantas. Su arte médica llega a extremos impensables, resucitando incluso a ciertas personas importantes. Tal relevancia y poder enfurece a Zeus, quien lo liquida lanzándole, expeditivamente, un rayo.
Por su sabiduría y arte se le representa como un hombre maduro con bastón. Este atributo podría relacionarse con las artes mágicas. Solo como nota: Moisés, en el Antiguo Testamento, se enfrenta a los magos de Egipto y todos llevan una vara consigo, incluido Moisés. Para demostrar su magia y poder, las lanzan al suelo y aquellas se transforman en ¡serpientes! El porqué de la aparición de la serpiente en la vara de Asclepio es debido a un episodio de su vida: diagnosticando a Glauco, un ofidio asomó por el cuarto. El médico lo mató, pero un segundo llegó con unas hierbas. Introducidas estas en la boca del reptil muerto, Asclepio logró la curación de su paciente.
Nosotros conocemos a este dios menor por su denominación romana: Esculapio.
Una imagen confusa: el caduceo
Hay ocasiones que lo que corona un documento o se muestra en un cartel son dos serpientes enfrentadas, con un estandarte alado en medio. Se trata del caduceo de Hermes, o Mercurio, el dios volador que lleva los mensajes de los dioses. Su representación artística suele incluir un casco y/o el calzado alados. En la mano, delante de él, porta un estandarte que le identifica y anuncia. El nombre de este estandarte es "caduceo", palabra de origen griega que significa "del heraldo". Mercurio es el heraldo, el mensajero. Y, como tal, fue tomado como patrón de comerciantes y viajeros con importantes misiones comerciales y diplomáticas. Siendo tal la historia, ¿cómo es que se usa relacionado con el sector médico?
La confusión parece estar en el uso que le dio cierto médico del rey Enrique VII de Inglaterra. Lo colocó en su escudo y, por asimilación, otros médicos lo tomaron como ejemplo y símbolo. En puridad, su uso debería quedar para la imaginería comercial y no como símbolo de medicina.
Una imagen actual
Este repaso por la antigüedad se completa al conocer los modernos estudios sobre las propiedades medicinales del veneno de serpiente. Y desde el Instituto Mortaji queremos seguir profundizando en el significado y actualidad de este símbolo de medicina. ¿Te unes?